Tras quince años en Escandinavia, la viajante regresa a Venezuela urgida por la inminente muerte del hermano pequeño. Desde las sucesivas ventanillas de los seis aviones que separan Stavanger de su natal Maracaibo, repasa las aristas del exilio en una rememoración dolorosa pero sin llantos, porque en esta joya de libro la lágrima es una imposibilidad física y espiritual.
Con Destrucción, ten piedad, Jacqueline Goldberg enhebra una travesía íntima por fragmentos de la historia reciente de un país del que millones han emigrado y al que parece difícil regresar.