Con esta obra, Miguel Ángel Asturias ponía punto y final a la llamada "triología bananera", narrando el levantamiento general de julio de 1944 que derrocó, por un lado, la dictadura de Jorge Ubico, y por otro, aligeró la opresión asfixiante de la "United Fruit Company", pues instauró en Guatemala una breve y saludable democracia.