Compañía es la clave aquí: que algo se encuentra con algo y el encuentro hace que dos hagan algo. Que se vean nítidamente los contornos de la soledad al experimentartodo lo fugazmente que se quierasu contrario. Nada de redes sociales: hay mejores maneras de capturar una risa, un llanto, una serenidad: en línea directa que se pega al alma. El autor (que a fuer de nunca ser condescendiente no tiene teléfono móvil) sabe buscar a raíces que buscan el agua por mucho que el agua no esté cerca. Como para un antiguo labrador, su campo termina siendo una hermosa reunión de cosas reunidas: de gavillas; haces de mieses bien colocados. La dulzura de los que son dulces es añeja, como lo es la amargura de los que son amargos. Pero paz es lo que acompaña, por debajo de todo, a la compañía. Una paz activavalga la contradicción. Una serenidad siempre viva.