No existen dos árboles exactamente iguales, ni siquiera aunque sean de la misma especie, porque se trata de plantas dinámicas vivas cuyo crecimiento puede verse afectado por los diferentes tipos de suelo, las condiciones climáticas locales (incluidos la lluvia, el viento y los niveles de luz) y diversos factores ambientales como la contaminación, el espacio y la actividad humana.
Los árboles presentan una gran variedad en cuanto a formas y tamaños, determinados por el hábitat natural de cada ejemplar. Conocer el hábitat de una especie o cultivar nos ayudará a seleccionar el árbol adecuado para un determinado espacio en el jardín.