Cataluña, siglo XV. Con solo catorce años y a punto de convertirse en novicia, la vida de Alamanda ya está repleta de penurias y duras batallas. Tras pasar su infancia trabajando como ayudante de un comerciante de lana, en el convento se convierte enseguida en la encargada de confeccionar y teñir las telas para los religiosos. Una noche, al candil de las velas, entra en la biblioteca del convento y encuentra un libro que cambiará por completo su destino. En el lomo puede leerse LIBRO DE LA PÚRPURA. Al abrirlo cae un trozo de tela de un color que nunca antes había visto, de un color que brilla por sí mismo y que no lucen ni las flores más bonitas en primavera. Entusiasmada por el descubrimiento, dedicará su vida a reproducir ese color que solo los antiguos griegos sabían confeccionar. Su sueño se convertirá en un viaje que la llevará desde la Barcelona medieval hasta una Constantinopla a punto de derrumbarse, pero donde aún residen los más poderosos, todos ellos vestidos con el color del Imperio.
