El glotón es víctima y culpable. La glotonería ha pasado de ser una ofensa a Dios a ser un pecado social. Salvo en los días especiales, la glotonería despendolada suele considerarse de mal gusto. Con una prosa de gran riqueza expresiva, Adrià Pujol ofrece un recorrido muy singular por la tradición literaria, cinematográfica, artística e iconográfica de Occidente en torno a la gula.