Estoy cansada de buscar una filosofía que concuerde conmigo y con mi mundo, quiero buscar un mundo que concuerde conmigo y con mi filosofía.
Escritos cuando tenía unos veinticinco años y vivía en Francia con el poeta banquero norteamericano Hugh Guiler, estos dieciséis relatos inéditos en castellano sorprenden por su madurez y frescura, a la vez que muestran ya los dos elementos que luego se afianzarían en su obra -la ironía y el feminismo-, al igual que sus obsesiones -el deseo femenino, la sexualidad, el adulterio, la belleza y el retrato de una masculinidad tan deslumbradora como tóxica-. Algunas de estas historias están protagonizadas por claros alter ego de Nin; otras, por apasionadas bailarinas de flamenco, misteriosos extranjeros o músicos.
Poco después de escribir estos cuentos, Nin conocerá a Henry Miller, quien diría de ella: «Cuando trato de imaginar de quién es deudor tu estilo me siento frustrado, no recuerdo a nadie con el que tengas el más ligero parecido. Me recuerdas únicamente a ti misma». Melancólicos y punzantes, revelan ya a una gran autora que hizo saltar por los aires las convenciones literarias y sociales de la época.