En la mitología persa, sangue sabur, la «piedra de la paciencia», es una piedra mágica a la que uno cuenta sus desgracias, sus miserias, lo que no se atreve a revelar a los demás. En esta novela, localizada «en alguna parte de Afganistán, o en cualquier otro lugar», la piedra de la paciencia es un hombre en estado vegetativo a causa de una bala alojada en la nuca. A su lado su mujer reza por él, le atiende y le habla.
Escrita en un lenguaje bellísimo, poético y descarnado, esta obra es un grito contra la sinrazón de las guerras, el fanatismo y la opresión a las mujeres en cualquier parte del mundo. PREMIO GONCOURT 2008