Miguel Trillo (Jimena de la Frontera, Cádiz, 1953) ha sido testigo y catalogador de una transición estética y moral, retratando a jóvenes en su entorno. En el Madrid de los ochenta convirtió a los personajes anónimos de la Movida en su objetivo primordial, y a principios de los noventa emprendió un retrato de la juventud española en pequeñas capitales de provincia.