Mi padre me ha pedido
que, por mucho que el mundo
se desplome en esta habitación,
sea siempre verano,
y yo quiero darle
un verano invencible.
Esta es la historia de un padre y de una hija que, después de una vida juntos, empiezan a conocerse de verdad. Él está por morirse y ella quiere darle un final que esté a su altura, hasta el momento en que el padre pide lo que su hija no sabe si podrá darle.
Esta crónica sobre una despedida es, en realidad, un relato irónico sobre la aspiración de una vida que merece la pena vivir y una reivindicación del presente frente a los riesgos de la nostalgia. Aunque, por encima de todo lo demás, lo que aquí se narra es la importancia imbatible de los libros, del mar y del vínculo íntimo entre un padre y su hija.