Howard se convierte desde muy joven en uno de los pioneros del «fandom» y en discípulo destacado de la «escuela del Horror Cósmico» -fundada por su amigo epistolar, H.P. Lovecraft. Robert E. Howard es sobre todo admirado por su aportación fundamental, con el héroe bárbaro "Conan el Cimerio", al surgimiento y auge del género de «fantasía heroica».