La principal aportación del libro no está, creo yo, en su impresionante capacidad para combinar el rigor jurídico con el enfoque práctico, fruto de un estudio comprometido con la realidad y las personas. Tampoco está la clave en que proporciona herramientas útiles y adecuadas, siendo eso también muy importante. La clave está en que este libro pone en el centro a la persona, en este caso a la persona internada en el CIE. Y se compromete a defender sus derechos. Pero lo hace considerándole como lo que es: una persona adulta, capaz de defenderse por sí misma, si se le proporcionan las ayudas necesarias. Con este espléndido manual, estas personas sabrán y podrán defenderse mejor. Por este motivo, hay que felicitar a los autores por una aportación valiosa, pertinente, significativa y necesaria. Daniel Izuzquiza, SJ Coordinador de incidencia pública de Pueblos Unidos Servicio Jesuita Migrantes (SJM)-España