Un millón de puertas y ventanas es todas esas oportunidades que nos da la vida. Es una puerta cerrada que invita a entrar por esa ventana que a veces olvidamos que está abierta. Es un recorrido a pecho descubierto. Es la sinceridad en palabras, con una sensibilidad que llega para instalarse en tu corazón.
En palabras de Diego Ojeda, que no puede definir mejor este poemario: «Las puertas y ventanas que se abren dentro de uno después de leer estos poemas ya no se cerrarán jamás. El poeta dejó la guitarra en un altar y, sin escudo ni armadura, ahora nos cuenta esa parte de la historia que otros omiten en su biografía. No se trata de ser valiente, sino de ser sincero. Con los vivos y con los muertos. Con los hijos y, sobre todo, contigo, lector».
