Un matemático, Charles Dogson (1832-1898), gran aficionado a la fotografía y poeta, navegaba en una barquita por el río Támesis, acompañado de las tres hijas de un amigo suyo. Le pidieron que les explicara un cuento, y el poeta empezó a contar: jugaba con las palabras, con las canciones populares inglesas, con las frases hechas, con las imágenes y los sonidos, hasta llegar al máximo de comicidad y absurdo. Así nació Alicia, bautizada con el nombre de una de las niñas. Tanto divirtió el cuento a las tres niñas, que no paraban de pedir que lo volviera a contar una y otra vez. Por fin acabó escribiéndolo, pero no se atrevió a firmarlo con su nombre, y utilizó el seudónimo de "Lewis Carroll". Ell libro tuvo tantísimo éxito que se tradujo a muchos idiomas y se convirtió en un clásico de la literatura infantil.
Las ilustraciones de Lola Anglada son de una gran belleza y originalidad. Trasladan al personaje de Alicia al paisaje mediterráneo, y las cartas inglesas se convierten en sus dibujos en la baraja española, cosa que muestra hasta qué punto Alicia es un personaje universal.
Libro clave de la literatura no sólo infantil sino también para adultos, pues según Carroll, para entrar en el terreno de la fantasía y el ingenio, no existe distinción de edades.