Las lunas llenas y los problemas de dinero no son nada extraordinario en el Castillo de Otramano. Pero esta vez hay que añadir a un profesor horrible, peludo y que encima aúlla, una caja de madera que pesa mucho, que la tierra tiembla y empiezan aparecer cuerpos en el castillo. El resultado: Solsticio y Silvestre están en peligro. ¡Angustia! Y cuando Colega aparece llevando un vestido de boda blanco y fumando en pipa, Edgar se da cuenta de que tiene que entrar en acción y salvarlos a todos. Otra vez.