El mensajero le miró en la cara y retrocedió unos pasos compo si hubiera recibido un golpe. Pero avanzó hacia la ventana y vió... ¡Oh, sombra del hogar! ¡Oh, grillo juicioso! ¡Oh, mujer pérfida!
Otros libros del autor
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información