Desde los últimos días del artista y escritor Bruno Schulz, hasta el destino de un esclavo científico en la Unión Soviética o el de millones de seres humanos que se desvanecieron sin dejar rastro: en cada una de las 13 historias verdaderas de Drohobycz, Drohobycz, estalla sin piedad la devastación que ocasionó el Holocausto y las heridas que para siempre dejó en sus víctimas y supervivientes.
«(Drohobycz, Drohobycz) supone un intento de hacer regresar a la vida las innumerables existencias judías perdidas en la Shoah. La pasión del autor le hace merecer ser leído en muchas lenguas y países», Czeslaw Milosz.
«Todo un acontecimiento literario», Ryszard Kapuscinsky.
«
el rabino nos decía que los monumentos de piedra son frágiles, que los monumentos más sólidos son los niños. Que contra Hitler lo que se necesita son judíos de carne y hueso, no de piedra
¿Contra qué Hitler?, preguntaba la gente extrañada. Pero si Hitler ya no existe
Sólo en apariencia, contestaba el rabino», H.Grynberg.
«Y si va usted algún día a Treblinka, le ruego que rece alguna breve oración en mi nombre frente a la piedra que representa el gueto de Varsovia. Allí no sólo perdí a mis seres más queridos: todo el mundo yace allí», H.Grynberg.