Este libro es un estudio sociológico sobre jóvenes en transición a la vida adulta en España. En las últimas décadas ha tenido lugar una redistribución de los riesgos vitales. Los jóvenes que transitan de la escuela al trabajo, intentan independizarse de sus padres y formar sus propias familias son los más perjudicados. El principal foco de atención son las trayectorias de inserción en la vida adulta y las frustraciones de deseos y expectativas personales que se producen en el curso de estos procesos. El libro analiza las desigualdades intergeneracionales, los contextos políticos y sociales que las propician, así como la posibilidad de que esas desigualdades se conviertan en el detonante de conflictos intergeneracionales. En un contexto marcado por el envejecimiento de la población, la transformación de la familia y de las funciones de protección social que ésta desarrolla, este libro realiza un análisis sistemático y comparativo de esos procesos de cambio. Supone además una reflexión sociológica sobre el futuro de los pactos solidaridad intergeneracional.
