Roberto Bobi Bazlen fue uno de los lectores más exquisitos del siglo xx, el «tasador» de la literatura
centroeuropea en Italia, y su huella puede seguirse en los catálogos de editoriales como Einaudi y, sobre todo,
Adelphi. También fue «el escritor que no escribe», aquel que no publicó libro alguno en vida. Aun así, tras su
fallecimiento se encontró "El capitán", novela inconclusa repleta de anotaciones que lo acompañó entre 1944 y
1965, año de su muerte.
"El capitán" es un texto experimental que descansa en varias historias abiertas sobre la vida, el amor y la
muerte. Cierta atrofia del sentimiento, una desilusión prematura, el sarcasmo y la angustia de su identidad
caracterizan al capitán, un ser «extraordinariamente civilizado» que vaga por los mares en busca de sirenas cuyo
canto ni siquiera alcanza a escuchar.
Esta «anti Odisea», como la define Roberto Calasso, nos transporta a un terreno resbaladizo por su mezcla de
ingenuidad y desencanto, de proximidad y lejanía, pasión y frialdad.
Roberto Bobi Bazlen nació en Trieste en 1902, de padre alemán y madre italiana. El alemán fue su
lengua, más que el italiano. En Trieste frecuentó a Umberto Saba, Italo Svevo, Eugenio Montale
Su prolífica
actividad como lector y asesor literario le llevó a colaborar en el diseño de distintas líneas editoriales. En Einaudi,
con la que tuvo una relación duradera en los años cincuenta, se publicaron a instancias suyas a Musil, Broch,
Gombrowicz
En Adelphi, desde su fundación en 1962, pudo desarrollar plenamente su programa editorial, que se mantuvo
mucho más allá de su fallecimiento. Bobi Bazlen no publicó nada en vida, pero dejó esta novela inacabada, "El
capitán", que comenzó a escribir en 1944 y en la que estuvo trabajando hasta su muerte en Milán en 1965.
Póstumamente, y al cuidado de Roberto Calasso, se publicaron estos fragmentos de "El capitán", sus ya famosos
informes de lectura, y las cartas a Eugenio Montale.