¿Cómo sería nuestra vida si tuviéramos que ir arrastrando siempre un cazo, como Lorenzo?
Lorenzo siempre va arrastrando un cazo, el que un día le cayó en la cabeza y le hace ser algo distinto de los demás: cariñoso (a veces demasiado), sensible... Pero con frecuencia los demás solo se fijan en lo raro que resulta con ese cazo que tanto le complica la vida, no aprecian sus cualidades y se apartan de él. Menos mal que hay personas capaces de ver más allá y saben de qué manera ayudarle a superar sus dificultades.