Finales del siglo X. En su niñez, Guillem, hijo del conde de Sinderet y vasallo del gran conde Borrell II de Barcelona, asimila todo lo que representa ser hijo de noble mediante los consejos de sus progenitores y especialmente a través de su completa educación. No duda cuando debe usar la fuerza que le da su posición para aplacar las contínuas rebeliones de los campesinos...