Alan y Violet Schofield son los mayores especialistas en fotografía mágica de Inglaterra; una pareja de pícaros que se aprovecha de la fiebre por retratar seres feéricos que se extendió por la esnob y crédula sociedad londinense tras la Gran Guerra, después de que dos niñas de Cottingley lograran convencer al mismísimo Conan Doyle de que habían fotografiado a unas hadas.
Comienzan los años veinte, del cielo ya han dejado de caer bombas y todo Londres hace cola ante el famoso estudio de los Schofield para conseguir la preciada fotografía que demostrará a sus familiares y vecinos que su desván o su jardín ha sido bendecido con la presencia de alguna de esas misteriosas criaturas.
Por desgracia para ellos, todo cambiará cuando un nuevo cliente llame a su puerta: el temido y poderoso gánster Percival Drake, señor de los bajos fondos de Londres. Un hombre de gran astucia, brutalmente despiadado y, sobre todo, un hombre que no cree en la magia.