YUMOTO, KAZUMI / SAKAI, KOMAKO
«¡Ah, ayer no sabía que te ibas a morir!», exclamó el oso. «Si pudiera volver a ayer. Es lo único que deseo». Y enormes lágrimas cayeron a lo largo de su cara.
El oso está desolado porque su amigo el pequeño pájaro acaba de morir. El dolor que siente por su pérdida le hace abatirse, encerrarse en sí mismo y rechazar la realidad. Al cabo de unos días en los que permanece encerrado en su casa recordando a su amigo perdido, el oso decide salir a dar un paseo por el bosque. Allí encuentra a un gato salvaje durmiendo la siesta. En aquel momento se inicia una nueva vida para ambos.