MONTERO, BEATRIZ / SALABERRIA, LEIRE
¡RIC-RIC-RIC!...
Aquel ruido no cesaba, y la señora Ramona se asustó mucho.
–¡Ramón…! ¡Que te despiertes!
El señor Ramón, por fin, abrió los ojos.
–¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
–Hay alguien en la cocina, Ramón.
Los dos se levantan de la cama y caminan hacia la cocina. El sonido aumenta al tiempo que sus miedos, lo que provoca que su imaginación se dispare: ¿Será un gato gigante? ¿un cocodrilo? ¿una serpiente? o quizás… ¿un elefante?
“¿Quién no ha tenido miedo alguna vez? Todos hemos pasado por este estado de angustia”, argumenta Beatriz Montero para justificar el comportamiento desconcertante de sus protagonistas, cuya edad hace prever una reacción menos insegura y con más aplomo.