Al evocar la grandeza de Egipto, un nombre acude en seguida a la memoria: el de Ramsés, el llamado «hijo de la luz», el único que encarna toda la magia y el poder de los faraones.
Esta magnífica novela, primera de la pentalogía que Christian Jacq dedica a tan ilustre personaje, narra con gran amenidad y rigor histórico las peripecias de un Ramsés adolescente que debe superar todos los
obstáculos que su padre, el fa-raón Seti, le pone en su camino hacia la madurez. Deberá afrontar, asimismo, las intrigas a que lo somete el primogénito y celoso Chenar, su hermano. El joven Ramsés, el destinado a
gobernar el pueblo de Egipto, habrá de aprender, en definitiva, a obrar con la sabiduría, la rectitud y la habilidad de los destinados a tan alta empresa.
En Ramsés. El templo de millones de años el momento de la coronación ha llegado. El amor de Nefertari y el de su madre, la sólida red de amistades que tejió durante la adolescencia y la admirable intuición de Ramsés para juzgar a las pers