Los sentimientos son animales peligrosos. Por eso están enjaulados. Este libro abre los cerrojos del bestiario.
¿Por qué Cristo resucitó a Lázaro para condenarlo de nuevo al tormento de la muerte? La respuesta la tiene, dos mil años después, un hámster que escapa entre las piernas de unos amantes fracasados. Sólo una golondrina conoce el secreto de la niña china que pasa de monja a puta sin moverse del convento. El tiburón más peligroso del Acuario tiene un diente de oro y lleva un Smith & Wesson negro, del calibre 38, colgado de la cintura...
Animales domésticos y animales salvajes, como los sentimientos, como el propio cuerpo, devoran en estas páginas las certezas que desde hace veinte siglos nos mantienen a salvo.
En El zoo sentimental, Nuria Barrios confirma los mejores augurios de su obra anterior, Amores patológicos. Con su estilo directo y apasionado, nos arrastra por una vertiginosa montaña rusa. Al final del viaje, el lector deberá palparse el corazón.