Reconocido unánimemente como uno de los grandes maestros de la ficción estadounidense, con cimas literarias como Años luz o Juego y distracción, Salter despuntó también como un virtuoso del reportaje y la crónica de viajes, cuyas piezas más significativas reunió en este volumen único.
Salter captura la esencia de personas, lugares y momentos para ofrecernos, sin las máscaras de la ficción, una imagen particular de sí mismo: la de un hombre que se sumergió en los monumentales cementerios de París y en el Japón de Mishima, en los Alpes, en la paz de los Cotswolds y en el caos de los estudios de Hollywood, siempre siguiendo las huellas de los escritores que admiraba y empeñándose en reflexionar, a un tiempo, sobre algunos de los temas fundamentales de la cultura, que también fueron asuntos recurrentes en su literatura.
