A través de una serie de textos, entrevistas, comentarios e intervenciones públicas, se articula con Michel Foucault, desde 1978, un programa que es una experiencia de pensamiento, el trabajo del pensar sobre sí mismo, es decir, unos modos de acción que muestran que su preocupación no es la del poder como cuestión autónoma. Los discursos considerados como acontecimientos políticos, mediante los cuales el poder es vehiculado y orientado, y la función que cabe asignar a que algo se diga en un momento determinado, desplaza la perspectiva. El análisis político de los fenómenos del poder no da cuenta de ciertos otros más delicados que se tratan de evocar con el problema de la verdad y el decir verdadero. Decir la verdad sobre sí mismo es lo que constituye como sujeto, por un cierto número de relaciones de poder que se ejercen sobre uno y uno ejerce sobre los otros. Se abre la necesidad de hacer de nuestro ser una obra de arte. El arte de vivir, un arte de sí mismo, procura la existencia com