Segunda entrega de la trilogía iniciada con Efímero.
Tras descubrir que Madison Tyler es comandante de la EMS, la reclaman para una misión urgente que se desarrollará Moscú, dejando sola a su compañera Bella en la misión Harrison. Cuando Madison llega a la central en Bruselas y descubre quién será uno de sus compañeros de misión, se encuentra una situación que no sabe cómo manejar. El deseo y la lujuria serán recíprocos, pero la competitividad y el poder los mantendrá en una relación amor-odio que terminará por estallar.
