Fuegos fatuos es la historia de unos personajes alucinados por el shock de las cosas del amor. Cargados de ironía y distorsionados por la emoción. Mil ojos ávidos que acechan como a hurtadillas para aprender cosas nuevas. Fuegos fatuos en los que Cupido soltará la flecha que haga que el amor con una mujer constituya la más solemne de las fiestas, y convertirse en profetas de las putas convencido de que no hay nada definitivo en las estampidas de la locura. Fuegos fatuos de abusadores que saben que nada más tocarlas se rendirán; que no son mujeres al azar sino de esas que se ruborizan cuando se les habla bajito al oído y se emocionan con tan sólo pronunciar su nombre. Fuegos fatuos como torrentes en el cerebro, como zumbidos de agua que cae y cae enjuagando los sesos y opacando la capacidad de pensar una venganza terrible incapaz de buscarle una moraleja a todo esto.
