Jardín peregrino recoge los relatos dispersos y extraviados de Valle-Inclán. De modo que pretende subsanar las lagunas en las diferentes obras completas donde la mayoría de los cuentos y novelas breves integrados aquí están ausentes.
Comienza con los cuentos anteriores a que Valle-Inclán se diese a conocer con Femeninas (1895), dispersos por los periódicos de la época; continúa con los cuentos sustraídos de las sucesivas ediciones de Jardín novelesco (1905-08) y que muy raramente volvieron a editarse, y cierra con cinco novelas breves.
Por tanto, Jardín peregrino es un título para completar la bibliografía de Valle-Inclán, mientras permite seguir nítidamente la evolución de su peculiarísimo estilo, pues sus páginas arrancan con su primer cuento publicado, «Babel» (1888), y concluyen con su novela póstuma, «El trueno dorado» (1936), a través de casi una veintena de narraciones que abarcan toda su vida de escritor.
Agotada la primera edición de Jardín peregrino, y para que esta segunda reproducción además, justificase su título de edición y no de reedición; o sea, continuase recogiendo todos los relatos dispersos y extraviados de Valle-Inclán, le hemos añadido uno que se nos despistó, «La corte de Estella»(1910). No lo confundan con un título idéntico que Valle-Inclán publicó, en 1905, en Los Lunes del Imparcial; no, aquel era una ingeniosa criba de Sonata de invierno, y este que incluimos quiso ser el inicio de Las bande ras del rey, última de las novelas del ciclo la Guerra carlista y que se quedó en este relato, que incluimos en esta segunda edición, completando con ello nuestro propósito. Y precisamente para agasajar a los lectores también hemos sustituido «Un bastardo de Narizotas» (1928) por su reelaboración, más pulida y bastante más sarcástica -aunque menos rara de encontrar-, «Correo diplomático» (1933). Ya puestos en materia, le hemos dado una limpieza general a todas las páginas de erratas y lo hemos impreso de nuevo.