«Cuando todo es rutina, aburrimiento y desesperanza, un accidente inesperado puede ser tu oportunidad» (Ana Cañellas).
«La fragilidad humana tiene muchas capas. A veces se disfraza de cinismo o de lucidez descarnada y confesional, como sucede en esta excelente novela, en la que se ponen al descubierto, con brutalidad, concisión y no poco humor, los desajustes permanentes de una vida de mujer. Una narración avasalladora» (Gonzalo Pontón Gijón).
«La voz de la novela de Camila Fabbri combina violencia y ternura, costumbrismo y tono alucinatorio, sororidad y soledad profunda, la apariencia de un cuerpo anestesiado y la revuelta interior: la voz de la novela de Camila Fabbri es la de una extranjera, a lo Camus, que puede ponerse a gritar en cualquier momento» (Marta Sanz).
«Un viaje interior a la ruptura amorosa y a la crisis existencial. ¿Puede una salvarse de sí misma? Camila Fabbri lleva a sus protagonistas a buscar la redención y la esperanza sin engañarse pensando que la identidad o los afectos sean algo que pueda fijarse de manera definitiva. La reina del baile interpreta la inestabilidad, lo fugaz e inaprensible como tesoros que bien pueden valer una vida» (Juan Pablo Villalobos).
Una mujer despierta en un auto volcado en plena avenida nocturna. Hay humo y olor a nafta. Apenas siente sus piernas, el alumbrado público que entra desde afuera y los vidrios incrustados en su espalda. En el asiento de atrás viajan también una joven de quince años y un perro. La mujer no recuerda quiénes son. Lo único certero es que están vivos. La historia comienza cuando volvemos al pasado, donde la narradora todavía está ilesa.