A Lydia, Christopher y Natalie les toca pasar el fin de semana con su padre, Daniel. Otra vez su madre, Miranda, llega tarde, y de nuevo tendrán que aguantar los comentarios sarcásticos y violentos de su padre sobre lo bruja que es su madre. Miranda es directora de una empresa y está muy ocupada. Daniel es un actor en paro que trabaja posando desnudo para pasar la pensión a su ex mujer y que apenas ve a sus hijos. Pero, además, descubre que Miranda va a contratar a una mujer que cuide de sus hijos en vez de pedírselo a él. Ni Daniel ni sus hijos se atreven a enfrentarse a la cabezonería de Miranda, pero a Daniel se le va a ocurrir una idea absurda y desesperada.