La última flor es una parábola ilustrada que encierra una verdad James Thurber sencilla pero no por ello menos profunda acerca del ciclo eterno de la vida, la muerte y el renacer. Publicada originalmente en 1939, cuando el ejército nazi ya había empezado a invadir Europa, el staccato de las botas militares es el ritmo que se oye al pasar las páginas de esta fábula antibélica, contada con humor pero con un aviso claro a navegantes: el de un mundo que se tambalea al borde del abismo.
En este alegato melancólico contra la aniquilación, la resiliencia de su protagonista es un recordatorio de la vulnerabilidad, la desesperación y la fe renovada que conforman nuestra historia. Su mensaje, desgraciadamente, sigue siendo tan actual como en su día.