Pocos meses después de haber regresado de Alcalá de Henares, Francisca martín se embarca en una nueva aventura que, si de entrada se considera carente de riesgos, pronto se va a convertir en la búsqueda de un asesino despiadado dando lugar a un viaje que permite a Francisca hacerse muchas preguntas sobre sí misma, reflexiones que ponen de manifiesto los rasgos que constituyen su compleja personalidad: rebelde, independiente, con un especial sentido de la justicia guiado por una mente inquisitiva y lógica siempre dispuesta a revindicar ante quien sea su dignidad como mujer.