Belén y Aarón son amigos. Ella vive en Valencia, él en Galicia. Por razones obvias (los 900 km que los separan) apenas se ven. Pero este año es diferente: ambos se mudan a Madrid. Belén ha entrado en una prestigiosa escuela de baile y Aarón en una compañía de teatro. Compartir piso les parece la solución perfecta. El problema llega cuando visitan el único piso que se ajusta a sus necesidades: buena ubicación, luz natural y no excesivamente caro. Lo que ninguno espera es que el piso solo tenga una habitación y una cama. Aarón está dispuesto a intentarlo, pero para Belén es un poco más difícil.