LATOUR, BRUNO / SCHULTZ, NIKOLAJ
Hablar de la naturaleza no es firmar un tratado de paz, sino reconocer la existencia de una multitud de conflictos.
En la tradición del fulgurante Manifiesto Comunista, los autores de este libro afirman que un espectro acecha al mundo: el ecologismo. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedía hace más de un siglo, ese fantasma no convoca multitudes orgullosas detrás de eslóganes inspiradores. Las preocupaciones ecológicas el clima, la energía, el acceso al agua, la biodiversidad están en todas partes y voces de alarma nos taladran la cabeza desde hace décadas anunciando la catástrofe inminente. Pero en vez de traducirse en entusiasmo y movilización, generan angustia, vergüenza, culpabilidad, o incluso irritación frente a lo que se percibe como una ecología punitiva que objeta el crecimiento y, por eso, parece pura limitación o retroceso. Sería fácil explicar esta parálisis invocando las campañas de desinformación, el poder de los lobbies, la inercia de las mentalidades, aunque nada de eso impidió nunca que millones de activistas se lanzaran con energía a sus causas. Con gran potencia conc