Mientras vigila la ventana del hijo de un diputado, el ex policía Kehlweiler descubre un fragmento de hueso humano entre los excrementos de un perro. Obsesionado por su hallazgo y completamente inmerso en el caso, Kehlweiler inicia una investigación que le lleva a Port-Nicolas, un pueblo perdido en la recóndita Bretaña. Allí, cada detalle puede ser una pista, cada rostro, el de un sospechoso.
¿De quién era el hueso? ¿Ha habido un asesinato?