Estas 39 biografías y media de escritores, ilustradas con sus retratos, nos cuentan por ejemplo que Baroja iba a menudo al Retiro (en otoño) a recoger castañas, que Valle-Inclán salía algunas noches
a despertar al rey (de madrugada) o cómo Lezama Lima y Virgilio Piñera se pelearon una noche
(a pedradas). Además... Zambrano y los gatos;
Lorca y la muerte; la brevedad sutil de Monterroso; el silencio de Rulfo...
Durante casi tres años, Jesús Marchamalo y Damián Flores publicaron en la sección «Rinconete» del centro virtual Cervantes casi medio centenar
de «retratos» de escritores españoles y latinoamericanos, ahora convertidos en libro.
Un recorrido por aspectos inéditos, insólitos
a veces, de sus biografías, con el convencimiento
de que conocer a los escritores ayuda, por supuesto, a acercarse a sus libros.
Misterio bufo, por primera vez traducido al castellano, es sin duda la obra más famosa de Dario Fo, tras su representación en España en 1982, y también el texto más significativo de su investigación sobre las raíces del teatro popular. Las nueve piezas que lo componen retoman, en clave grotesca, las representaciones sacras de nuestra tradición. La figura del «juglar», del bufón que satiriza con su verdad las costumbres asumidas, sirve a Fo para exponer la podredumbre o corrupción moral en la que vivía el clero durante el papado de Bonifacio VIII, o bien para parodiar la resurrección de Lázaro o el milagro de las bodas de Caná, que se convierten aquí en metáforas de nuestra realidad actual. Según el autor, «para el pueblo, el teatro ha sido siempre el medio principal de expresión, de comunicación, pero también de provocación y de agitación de ideas. El teatro era el periódico hablado y dramatizado del pueblo» y Dario Fo se ha convertido en su heredero universal.