Un divertido poema de Navidad repleto de pedos, diversión y muchascarcajadas.
Era la noche antes de Navidad y en toda lacasa ni una criatura se movía, ni siquiera un ratón. A pesar de queese ratón estaba profundamente dormido, el estruendo que salió de sutrasero hizo llorar a todos los que allí vivían.
¡QuéNavidad más apestosa! Pero ¿quién se tiró el pedo más grande de todos?