Pensar: no hay faena mas dificil y evasiva. Todo conspira para que no la llevemos a cabo. Nos da miedo enfrentarnos con la realidad pura y dura. Y mucho mas si hemos de hacerlo por nuestra cuenta y riesgo. Sin embargo, la realidad es que siempre se piensa con otros. Hemos de contar con los libros, los amigos, los colegas, l os consejeros e, incluso, los criticos y los contrincantes. Pero, seamos muchos o pocos uno solo, incluso nuestro unico interlocutor es la verdad. Y lo terco del caso es que la verdad tiende a ocultarse, siempre esquiva, como si quisiera no caer una vez mas en el equivoco y la ambiguedad. El empeño por desnudar la verdad de sus disfraces y tratar de hacerla resplandecer ante nuestros ojos no es tarea mollar, sino fatigosa y lenta. No todos son capaces de proseguir en ese trabajo de rechazar equivocos y superar apariencias.