Estas conversaciones-confesiones con Paulo Coelho tuvieron lugar en su casa de Río de Janeiro, frente a la espléndida playa de Copacabana. Durante aquellos largos encuentros, Coelho abrió su alma y desveló, por vez primera, momentos dolorosos de su pasado, como la travesía por los desiertos de las drogas, la magia negra y satánica, el manicomio, la cárcel y la tortura. Coelho fue siempre un inconformista, un buceador de cosas nuevas, lo que le llevó a probar todo lo bueno y lo malo que se le presentaba en su camino. Cuando en plena fiebre del 68 nacen los movimientos guerrilleros y hippies, el futuro escritor se enamora de Marx, Engels y Che Guevara. Participa en comicios y manifestaciones. Se introduce en todos los movimientos progresistas y forma parte de la generación Paz y Amor. Es en este momento cuando Coelho empieza a poner en crisis su ateísmo y busca nuevas experiencias espirituales tras las huellas de Castañeda. Después escribe y publica, convirtiéndose en uno de los autores
