Si usted quiere conocer qué ocurrió en España en los años 30, debe leer esta novela.
Plaza del Castillo transcurre en los últimos sanfermines de la paz, entre el 6 y el 18 de julio de 1936, en los que participó el autor con 18 años y en los que mezclaban la fiesta con la conspiración. Rafael García Serrano fue falangista de la primera hora y salió de su ciudad natal en la columna militar que marchó hacia Madrid y fue detenida en Somosierra. Luego se hizo alférez provisional y cayó herido en el frente.