Álex y Paula se conocen desde niños. Han compartido juegos, castigos, litronas y el sueño de crecer y largarse de Villa de la Fuente. Son un refugio el uno para el otro. Se graban casetes para decirse las cosas. Hacen planes mientras todos duermen y se prometen empezar de cero en otro sitio. No saben que Villa de la Fuente, con todos sus miedos, su miseria y su odio está dispuesta a perseguirlos allá donde vayan.
El escritor que mejor retrata los pueblos de la España post-crisis de 2008, la voz más auténtica y descarnada de la nueva narrativa nacional.