Tras la marcha de la empresa del todopoderoso director de ventas, un gris empleado retoma uno de los más denostados cometidos de éste: escribir las cartas de despido, supuestamente humanas e inspiradoras, a sus compañeros, quienes por los pasillos le llaman el Matarife. Pero también es padre, y descubrirá que unos pocos instantes de felicidad pueden cambiar la lógica del rendimiento y la gestión de los recursos humanos.