Un libro infantil donde el fantasma, lejos de ser un ser terrorífico, se convierte en el mejor amigo del niño.
Cuando cae la noche y el mundo parece haberse detenido, el fantasma empieza su jornada. Un álbum íntimo, poético, silencioso y, sin embargo, repleto de alegría. Un niño es capaz de encontrar humor y alegría en todas partes. Y así precisamente sucede en el mundo del fantasma, donde el blanco y negro está siempre salpicado de color.