CJ Hurley está obsesionada con el ballet desde que empezó hace seis años. Para CJ, la clase de baile es algo mágico, donde todo cobra sentido. Pero últimamente, el ballet parece ocuparle todo su tiempo. Por primera vez piensa en dejarlo, en convertirse en una chica normal, para poder salir con sus amigos e ir a la pizzería como ellos. Tal vez incluso podría jugar al fútbol. Si CJ pudiera darle las malas noticias a su madre...