Es frecuente oír lamentos entre los escritores respecto a la pérdida del viejo estatus de la
literatura
¿Tienen los autores algún papel relevante en el mundo? ¿Les queda todavía alguna función
que cumplir? Esas y otras preguntas son las que plantea Carlos Fortea, y a las que intenta dar respuesta
en este texto acerca del lugar al que aspiran los autores literarios. ¿Sigue siendo necesario contar
historias, escribir poemas, especular acerca de la vida y la muerte, o lo que queda no es más que un
espacio en la industria del entretenimiento?
Un papel en el mundo trata de recorrer la historia y el presente de los sucesores de Sherezade para
saber si la vida aún depende de sus invenciones, como la de la narradora de Las mil y una noches, o si
con el supuesto declive del soporte papel se marchan quienes durante tanto tiempo escribieron en él. Si,
como en las montañas rusas, después del lento ascenso llega el momento previo a despeñarse por una
cuesta abajo
Carlos Fortea nació en Madrid en 1963, ha sido profesor de traducción en la Universidad de
Salamanca y lo es actualmente en la Universidad Complutense de Madrid. Es autor de las novelas
juveniles Impresión bajo sospecha (2009, reedición en 2022), El diablo en Madrid (2012), El
comendador de las sombras (2013) y A tumba abierta (2016); de las novelas para público adulto Los
jugadores (2015), finalista del Premio Espartaco de la Semana Negra de Gijón, y El mal y el tiempo
(2017), y traductor de más de 150 títulos de literatura alemana. Por su traducción de la biografía Kafka
(2018), de Reiner Stach, obtuvo el Premio Ángel Crespo, y por la de la novela Todo en vano, de Walter
Kempowski, el Premio Esther Benítez correspondiente a 2021.