Susanna encuentra unas gafas mágicas que transforman la pradera en la que se encuentra en una serie de paisajes terribles y hermosos: una ciénaga, un volcán, una tormenta de nieve, un océano seco. De camino a casa conocerá diferentes personajes. Porque la mejor manera de emprender un viaje peligroso y llegar a un lugar seguro es, cómo no, hacerlo rodeada de buenos amigos.