Podría parecer que ya no es posible decir nada nuevo sobre Velázquez, universalmente reconocido como una de las figuras capitales del arte occidental y objeto de atención crítica amplia y fecunda. Este libro es, sin embargo, la demostración palpable de que la literatura velazqueña puede seguir enriqueciendose con nuevas aportaciones que, por un lado, confirmen y completen los aciertos interpretativos del pasado, y, por otro, destruyan las falsas teorías que una tradición a veces acrítica ha contribuido a sostener. Jonathan Brown ha planteado su estudio desde un doble punto de vista, artístico y biográfico. Como pintor, Velázquez mantuvo a lo largo de su carrera un objetivo constante: profundizar en las relaciones entre el arte y la naturaleza, entre las formas plasmadas sobre el lienzo y la apariencia natural del mundo y de los seres que lo habitan. Esa investigación le condujo a la búsqueda de una manera de pintar nueva y revolucionaria para su época, de una técnica propia y original